La muerte es una señora alada
agazapada en el lomo
perenne enamorada
celosa de la vida.
Desde el trono del poder
otorgado por la eternidad
imprevisible, chupa con su beso
la savia del elegido
despliega sus alas
y con vuelo alto
se lo lleva consigo
penado a la infinitud.
Mercedes Ridocci
Imagen: Escultura sita en el cementerio de Poble Nou de Barcelona.

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