26/1/18

ARTE CORPORAL - A Mercedes Ridocci. Del poeta Ernesto R. del Valle.




ARTE CORPORAL
A Mercedes Ridocci. España

Esas manos huyendo de las sombras, ¡esas manos!
¡Ese rostro como surgido
de entre amapolas negras
y ese cuerpo perdido
en la poesía de los movimientos!
Es la eterna, la infinita sensación
de síntesis humana ante la vida.
ERdelValle. Cuba-EUA

15/1/18

Participación en las jornadas abiertas en El Laberinto de Ariadna, colectivo de escritores



Instante de la lectura de algunos poemas del poemario "Arrugas de silencio"el viernes 12 de Enero del 2018 en el Ateneo de Barcelona.
Vaya mi agradecimiento a El Laberinto de Ariadna, colectivo de escritores y en concreto a Felipe Sérvulo por invitarme a participar en esta Jornada de micro abierto.

14/1/18

Reseña del poemario "Arrugas de silencio" por Antonio Tello




MIS [RE]LECTURAS: ARRUGAS DE SILENCIO, Mercedes Ridocci

La poeta española Mercedes Ridocci antes que en la escritura halló la expresión poética en su propio cuerpo y fue desarrollándola primero en el teatro y más tarde en técnicas de expresión corporal y danza creativa. Este dato no es baladí en la medida que nos permite comprender ese latido orgánico de su poesía y de modo muy particular en este poemario, Arrugas de silencio (Playa de Akaba, Barcelona, 2017), bellamente editado por la editorial barcelonesa que dirige la también poeta Noemí Trujillo.

Estructurado en tres partes – Estelas de deseo, Cenizas de pasión y En el lomo de la muerte- Ridocci propone una secuencia de poemas que metaforizan el devenir vital del cuerpo a través del tiempo, la existencia orgánica de la vida humana sacudida por el deseo, el erotismo, la pasión, y también por la pulsión de la muerte que contradice la eternidad -vana pretensión de la juventud- hasta que la madurez hace patente la finitud. De aquí que Mercedes Ridocci trace desde el epígrafe (“A la vida y a la muerte”) esa línea vital, esas silenciosas arrugas que definirán al final el paso perecedero del individuo por el mundo. Un paso que siempre es desgarro (“Me aferré sin miedo / a las ramas desnudas de tu tronco / a la corteza fría de tu invierno”.). Esas estelas de deseo que define como “viñedos de uva roja” o como “un antojo del sueño”, en el que ambos, viñedo y sueño”, se consumen en el cuerpo, “puerto solitario, / oculto en la sombra de la noche”, en el desesperado, acaso imposible, intento de entender esa lengua que habita en el paladar.

Y así hasta que el fuego de la pasión se consume y sus cenizas se convierten en “piel de la ausencia [que] cubre mi cuerpo / de arrugas de silencio” desnudando el cuerpo y la voz que lloran el destierro de los sentidos y su condición de alma o conciencia vacía, ajena ya al temblor de la naturaleza, ese “volcán apagado” que antes concernía al cuerpo. Así, hasta que llega ese momento en que la poeta pide a la “mujer de fuego albo / vístete con la piel del viento / que enardece tu llama blanca / sigue el canto de tu cauce / planea sobre el leve suspiro del atardecer / alcanza el último horizonte / donde la muerte poniente / y alborea la muerte”. 

Antonio Tello 
Poeta y narrador





27/9/17

FUEGO VELADO – Escrito poético ensamblado – Anónimo de la piedra y Mercedes Ridocci



Inspirado en la performance FUEGO VELADO
   Imágenes - Artista plástico Anónimo de la Piedra
 Danza - Mercedes Ridocci


… en el Magma …
… en lava roja …
… me agito … 

... en esta sigilosa alianza... 
... de luz en las entrañas ...
... de cromáticos nocturnos desterrados de sus Lunas ... 

… vertido en sus sombras…
… auguro ardientes fuegos …
… ígneas melodías … 

... de color ancestral ...
... de movimiento eterno ...
... candente en los sentidos ... 

… desnudo de rojos imposibles …
… desnudo de gestos sensatos …
… desnudo de toda palabra … 

… impulsos de atávicos vientos …
… danzan en mi aliento …
… emanan flagrantes colores … 

... exhalo tierra fértil ...
... cubierto por roces infinitos ...
... por miradas infinitas ... 

… incesante …
… palpito …
… en perenne fuego velado … 




( Mercedes Ridocci & Anónimo de la Piedra ) 

 


HIJOS DE RENOVADA ENTRAÑA

Puertas cegadas por cierres oxidados, persianas llorando en opaco desvencijo, aire retenido y sofocado, un manto de polvo ciñe cuerpos que v...