persianas llorando en opaco desvencijo,
aire retenido y sofocado,
un manto de polvo ciñe cuerpos que velan fracasos.
Alas prietas aullaron cautivos vuelos
violando la sostenida y prescrita elipsis.
El caos destruyó el templo agostado,
entre sus escombros nacieron hijos de renovada entraña.