Desocupé mi cuerpo
rellené el hueco deshabitado
con los frutos de tu piel.
Embarqué en tus manos,
viajé de tu boca a tus entrañas
deshecha en tu sangre
enredada en el vello de tu vientre.
Viví eterna hasta tu muerte.
Mercedes Ridocci
Abandonada por el rocío del alba olvidada del calor del mediodía prisionera en noches sin luna hendida por el tiempo detenido se desconcha l...
No hay comentarios:
Publicar un comentario