2/10/25

En viento nacido de tinieblas solitarias 
gestó la hojarasca del águila negra, 
arrebataron el himen de tu transparencia, 
sangraron púrpura tus días. 
Mercedes Ridocci 

Imagen de la composición escénica "Ardor dolido" - Mercedes Ridocci 2009

10/9/25

RESEÑA del escritor y poeta Juan Povedano Gómez a mi poemario "Arrugas de silencio".

El poemario En los brazos de la tarde se levanta como una erupción íntima y colectiva al mismo tiempo. Su división en cuatro secciones —Amor y pasión, superación, soledad y denuncia— no es casual, sino el mapa emocional de una autora que atraviesa distintos territorios del sentir humano, siempre con la misma intensidad volcánica. En los poemas dedicados al amor y la pasión, la palabra se convierte en fuego que consume y renueva, un ardor que no se conforma con la tibieza. Aquí la autora desnuda la vulnerabilidad del deseo y la fuerza transformadora del sentimiento, sin edulcorar ni suavizar, sino mostrando la crudeza y el esplendor de entregarse al otro. La sección de superación no ofrece promesas de calma ni moralejas fáciles. Más bien expone la lucha interna, el pulso constante entre heridas y cicatrices, como si cada verso fuera una respiración agitada en medio del ascenso. No se trata de alcanzar la cima sino de mostrar el esfuerzo, la resistencia y la persistencia de un alma que no se rinde pese a su inconformidad. En soledad, los versos se hacen eco, silencio, grieta. No hay lamentos complacientes, sino una hondura que refleja la fragilidad del ser humano frente a sí mismo. Aquí la lava no arde hacia afuera, sino que quema por dentro, dejando cicatrices invisibles que hablan de pérdidas, vacíos y la crudeza de la introspección. Finalmente, en denuncia, la autora deja claro que su poesía no es un refugio, sino un arma de confrontación. El grito lírico se convierte en latido social, en exigencia de cambio. No busca tranquilizar, sino incomodar. No pretende consolar, sino encender la mirada del lector para que no permanezca indiferente. En su conjunto, En los brazos de la tarde no ofrece alivio ni pretende ser bálsamo. Al contrario: se erige como un grito ardiente, una sacudida que tiñe de fuego el mundo con el color de la inconformidad. Es un poemario que se lee como quien contempla una erupción: con miedo, con asombro, con dolor y con la certeza de estar presenciando algo imposible de contener. 

Juan Povedano Gómez 


29/8/25

EL CAMINO DEL ARTE

 

La inspiración en el arte surge de la vivencia de lo concreto.
Es en el proceso de abstracción de sus cualidades esenciales y desde la subjetividad emocional del creador como se transmuta en arte.
Lo cotidiano se torna extra-cotidiano, deja de ser un sentimiento individual para hacerse universal.
Texto e imagen: Mercedes Ridocci.

27/8/25

HUELLAS DE AMOR Y ODIO

 

HUELLAS DE AMOR Y ODIO 
estampan el barro del camino. 
Estelas de fuego y cenizas 
remolinos de viento y tierra 
hieren las espaldas 
nublan los pasos dados 
ciegan el horizonte de una existencia cansada. 
Mercedes Ridocci

21/8/25

LLEGÓ MIENTRAS ÉL DORMÍA

Llegó mientras él dormía 
vestida de blanco y en silencio. 
Junto a sus labios le dejó 
la flor roja de pétalos francos y entregados. 
Al clarear el día 
la flor roja de pétalos francos y entregados 
estalló en sonidos sin eco, 
se vio envuelto en el vómito 
de miserias ocultas 
de mentiras dichas 
de verdades calladas. 

Se fue mientras él dormía 
vestida de blanco y en silencio. 
Poema e imagen - Mercedes Ridocci

7/8/25

Cuando volví a la tierra de las sábanas al sol
–vapor de sueños–
llamé a las puertas vivas del pasado.
Por la mirilla del tiempo
ojos maculados de gloria
atravesaron mi cuerpo ondeando al viento
mis palabras bailando entre la yerba y la piedra
ni siquiera volvieron la cabeza
–vapor de olvido–

Imagen - Mercedes Ridocci

5/8/25

Sinopsis sobre mi poemario "Lava del alma", realizada por el escritor Juan Povedano Gómez

Mi agradecimiento a Juan Povedano  Gómez 
por  esta sinopsis sobre mi poemario Lava del alma


Lava del es un libro que palpita como un volcán. Mercedes Ridocci abre las compuertas de su universo interior y deja que fluya, incandescente, una poesía que quema y a la vez acaricia. El título es ya una declaración de intenciones: lava que arrasa, pero también lava que, cuando se enfría, se convierte en tierra fértil donde todo puede renacer. En estas páginas, la autora nos conduce por un territorio hecho de contrastes, donde la infinitud del alma se enfrenta al límite de la carne. Sus versos son espejos y heridas, son brasas y cenizas. El amor aparece como un fuego que todo lo ilumina, la ausencia como un viento frío que barre los restos, la soledad como un eco en una caverna infinita, y la pasión como un relámpago que hiere y salva al mismo tiempo. Cada poema es un sendero que atraviesa cordilleras de emociones, mares de recuerdos, desiertos de silencios y cielos donde arden estrellas fugaces. La voz poética se mueve entre lo íntimo y lo universal, entre el susurro y el grito, entre la fragilidad de la piel y la fuerza indomable del espíritu. Ridocci escribe con una lengua que es fuego y agua, piedra y aire. Sus metáforas son puentes entre mundos: lo que se pierde y lo que se encuentra, lo que muere y lo que renace. En Lava del alma, la vida se revela como un constante juego de destrucción y creación, donde cada cicatriz se convierte en mapa y cada lágrima en semilla. Este poemario es una travesía que invita al lector a mirarse por dentro, a reconocer en sus propias brasas el poder de volver a arder. Porque, como sugiere Mercedes Ridocci, en cada alma late un volcán dormido que, al despertar, recuerda que la existencia es fuego, es ceniza, es tierra nueva, y sobre todo, es belleza.

Juan Povedano Gómez

EN EL VELO DE LA NOCHE

  Hay otra que en el velo de la noche se adueña de mi alma desnuda se viste con mi cuerpo de día danza contra el cielo oscuro del sueño que ...