Se abre el telón
Tu sexo dolido se retuerce entre mi cuerpo de fuego apresado en hielo.
Se agrietan tus arterias, la sangre brota y el escenario se vuelve infierno.
Te revuelves entre llamas que queman,
mientras mi cuerpo de fuego apresado en hielo se desvanece en lágrimas estériles.
Una sombra de Neón cubre el techado negro,
tiene forma de mujer alada, voz de sirena, y aliento de agua.
Su hechicera lluvia templa el mortal calor del averno.
La sombra de Neón que tiene forma de mujer alada, voz de sirena y aliento de agua,
baja suspendida en hilos de pasión hacia tu cuerpo extenuado.
Te eleva entre sus alas que cantan seductivas y húmedas melodías.
El escenario se vuelve azul.
Un lago salado cubre el suelo y exhala vapores de un amor jamás alcanzado.
Se cierra el telón.
© Mercedes
Ridocci