17/2/19

Reseña del poemario "Arrugas de silencio" por María Victoria Reyzabal

Esta obra transita el camino del deseo que va dando alas a estas composiciones, las cuales danzan entre la vida y la muerte, sin olvidar el amor: sangre, llama, hambre. Hasta la naturaleza se ofrece como marco de las imágenes de la poeta que gustan de la noche y los sueños. Y en este decirse, destrenza sus versos con reminiscencias de un edén propio, en el que, sin embargo, vigila el ojo de Dios, mientras el yo poético se encuentra entre serpientes y la manzana prohibida que ejerce su poder de tentaciones. Así comienza lo que luego se esconde con vapor de olvido, cansancio y ceniza. De esta manera, la obra marca su senda siempre sensual cuando ya no amanece en casa y todo es silencio y sombra. Entonces, el caballo de la vida galopa desbocado hacia un más allá de huesos, de buitres con las lágrimas ya secas y, no obstante, en todo este recorrido, tal vez sin ni siquiera la conciencia del lenguaje, cuando todo expira, queda brillante el resquicio poético de este poemario de Mercedes.


María Victoria Reyzábal.Poeta, narradora, ensayista y crítica. Especialista en Lengua y Literatura y en su Didáctica. Inspectora de Educación de la Comunidad Autónoma de Madrid. Ha desempeñado el puesto de Subdirectora general de Atención a la Diversidad y Educación permanente de la Comunidad de Madrid desde el año 2000 hasta el 2007. Elaboró, en su momento, el Diseño Curricular Base de Lengua castellana y Literatura para el Estado Español.




LA NOCHE SE VOLVIÓ BLANCA

La noche se volvió blanca  una nube límpida la envuelve  entra en mi sueño despierto.  Mis manos buscan tu espalda  blanca como la muerte ...