En los versos de Mercedes hay una lucha continua, una danza de emociones que cristaliza en palabras. Hay un eco del pasado, un presente que duele pérdidas. Pero sabe sacar partido a ese lamento reconstruyendo el dolor como parte de su vida, de su energía, aprendiendo a alimentarse de él y, por fin, a dominarlo en su poesía.
El yo poético de Mercedes Ridocci busca en las sombras, en la noche, en los silencios, en las grietas del dolor, la fuerza para vivir, para amar, para escribir y crear su propio paraíso. Un paraíso que grite, que dance, que llene esas hendiduras que duelen y que solo sanan si las invocas. Nada se pierde si lo nombras... Y ella escribe con esa certeza.
Al igual que de su cuerpo brota el movimiento, de su yo poético nacen imágenes que habitan en ella y que son reflejo de su mundo corpóreo y su mundo espiritual. Ambos se fusionan en su persona y en su arte.
Se trata de un poemario donde la intensidad resplandece y habita en el fuego y en el movimiento de sus versos. Es un poemario encendido, sin tibiezas, donde las emociones bullen, donde imaginas su cuerpo danzando en el verso y el verso danzando en su cuerpo. No podemos separar la expresión corporal de su expresión poética. Quien la conoce moviéndose en el espacio, la reconoce en su poesía. Arte del movimiento, arte en el verso.
Inés Fonseca - Cantante, compositora y escritora
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