Quiéreme
cuando mi cuerpo amanece en tus dedos
y se confunde en tu boca
cuando la noche es monstruo
y mi voz te llama
cuando nuestros pasos laten al unísono
y las manos ondulan melodías
cuando mis palabras se confunden
y turban tu aliento
cuando mis manos penetran tu carne
y el alma brota en sus grietas
cuando en tus ojos se desata la tormenta
y llueve en los míos.
Quiéreme
cuando me quieres
Quiéreme…
aun cuando me odias.
Mercedes Ridocci
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