13/5/24



Me acostumbré a verte triste,

a tus ojos apagados

y a tu boca apretada,

a tu espalda encorvada

y a tus piernas azuladas.

a tu lamento silenciado

y a tu bata deshilachada.

Te miraba sin decirte nada

mientras hablaba y hablaba

para ahogar el llanto.

Mercedes Ridocci

Imagen - Francisco Pérez Soto.

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