LOS FRUTOS DE TU PIEL


Desocupé mi cuerpo
rellené el hueco deshabitado
con los frutos de tu piel.
Embarqué en tus manos,
viajé de tu boca a tus entrañas
deshecha en tu sangre
enredada en el vello de tu vientre.

Viví eterna hasta tu muerte.

Mercedes Ridocci