Desocupé mi cuerpo
rellené el hueco deshabitado
con los frutos de tu piel.
Embarqué en tus manos,
viajé de tu boca a tus entrañas
deshecha en tu sangre
enredada en el vello de tu vientre.
Viví eterna hasta tu muerte.
Mercedes Ridocci
El olor a la higuera en el patio el sabor de la rebanada de pan rociada en vino y azúcar que nos daba mi abuela a escondidas de mi madre l...
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