Me encanta ir a casa de mis abuelos porque tienen un pasillo muy largo cubierto por una alfombra de madera encerada sobre la que me deslizo como si llevara patines. También tienen muchas habitaciones y me escondo debajo de las camas, mis abuelos se vuelven locos buscándome hasta que salgo de mi escondrijo y entonces respiran tranquilos. También me gusta ir porque mi abuela me da patatas fritas sin que se entere mi padre porque a él no le gusta nada que las tome ya que tienen mucha sal.
Si es que soy una perrita muy juguetona, traviesa y alegre.
Texto e imagen : Mercedes Ridocci